Tanto si se sintió herido por falta de comprensión por parte de sus progenitores, como si sufrió una grave afrenta, una traición, un abuso, etc, tiene que perdonar. Tómese el tiempo que necesite. Estas grandes heridas vienen desde el poder y no es posible enfrentar el poder a pecho descubierto. El poder se enfrenta desde una tangente.
Ahora centrémonos en las pequeñas ofensas que sufre en su vida diaria. Si ha sido una persona herida y alberga sentimiento de culpa, pasará a asumir toda la culpa de todos los de su alrededor. Y créame, las personas, que no son intrínsecamente malas, no harán ningún esfuerzo por corregir el error, porque los seres humanos viven en una continua proyección de sus emociones. Es decir, una emoción que sienten y es suya la colocan en la persona que tienen enfrente; este hecho es inherente a la condición humana, por lo menos en el mundo occidental. Ocurre porque nuestra configuración del mundo se forma según la configuración de nuestra mente: si sentimos una emoción negativa nos parece que esa emoción pertenece a la o las personas que nos rodean.
Por tanto, si usted es proclive a sentirse culpable, irá asumiendo una culpa tras otra. Un ejemplo es un joven que tuvo un accidente de coche del que se sentía responsable, como no abandonaba la culpa finalmente terminó sintiéndose responsable del funcionamiento de todos los semáforos de su pequeña ciudad.
Es decir, la culpa tiene a generalizarse, a ocupar circuitos cada vez mayores en el cerebro humano. Va acompañada de una desvalorización de sí mismo, como asume responsabilidades que no puede hacerle frente este hecho empeora la propia estima. En esta fase muchas personas cuando reciben una ofensa o una vulneración de su espacio psíquico ni siquiera son conscientes de ello. La ofensa se ha producido y el yo consciente de la persona no lo ha ni siquiera considerado por lo que tampoco pueden responder. Sin embargo el cerebro humano es una máquina perfecta y ha registrado el hecho a nivel inconsciente. La persona está en una situación de indefensión y cada vez más herida sin que ni siquiera sepa qué está pasando. Estos bucles están en la base de mucho de lo que se llama la violencia de género. La victima de violencia tiene por lo general, un daño en su autoestima. Cuando sufre la primera agresión, que puede ser algo trivial, ni siquiera lo registra como agresión y por tanto no responde. La siguiente agresión será mayor y así sucesivamente, cada vez que la agresión es mayor ella está más insensible al daño o ya considera que no es merecedora de otra cosa. El final puede ser dramático, tal y como conocemos por la prensa.
REVERTIR LOS BUCLES. Para mejorar la autoestima debe empezar por hacer afirmaciones amorosas sobre usted misma. Louise L Hay recomienda hacerlas en voz alta y delante de un espejo. Puede escribirlas en el móvil y leerlas siempre que se acuerde. Puede ser "Me quiero tal como soy y me acepto" "Soy maravillosa porque soy tenaz/buena amiga, etc (lo que usted considere). Al principio es normal que sienta resistencia al decirse las frases. Haga la frase de la manera que le resulte más creíble. Pej.si quiere decirse "soy muy guapa" y su yo lo rechaza, puede decir . "me veo cada vez más guapa". "Si vivo una mala situación la voy a superar, etc!.
Haga una lista de sus placeres preferidos. Al principio serán cosas muy pequeñas: Leer unas páginas de un libro, sentarse en una terraza a tomar un café, comprarse un pañuelo bonito. También puede llevar la lista en el móvil e ir añadiendo cosas.
Cuando empiece a recuperar algo de su autoestima, la siguiente fase consistirá en afrontar las afrentas. Dígase nunca más. Por el principio de proyección que le he explicado que utiliza la mente, probablemente usted se sienta aislada, separada del resto de las personas. Eso es rabia. Usted tiene toda la rabia acumulada de todas esas pequeñas ofensas que inciden sobre su herida y como no es ni siquiera consciente de ello, ve la vida a través de un cristal. Ve las maldades de los demás, y créame el 95% de la población son intrínsecamente buenas personas, simplemente no espere que reparen en su sufrimiento.
Detrás del cristal se están comiendo el pastel y usted no está allí. Dígase nunca más.
Cuando usted comience a manifestar lo que le disgusta se encontrará con el problema de que, como muchas veces no lo registra, no lo podrá prevenir. Empiece por estar muy atento a las señales que le manda su cuerpo. Un malestar tras estar con alguien, un dolor de estómago, de cabeza... Cuando se sienta ligeramente indispuesto túmbese y rememore las situaciones que ha vivido en el día o en el día de antes. Permítase sentir la emoción que le produjeron. Cuando se acostumbre a hacer este ejercicio comenzará a percibir cómo de bruja ha sido su amiga María que le espetó ese comentario sobre su aspecto, etc. Empiece a imaginarse respondiendo. Al principio pensará que no se le ocurre nada que decir. No importa. Cuando no sepa que decir simplemente afirme "Ha sido un golpe bajo. Ha sido desleal por tu parte".
Sentirá que como ya ha pasado la agresión, es mejor dejarla correr y responder en otra ocasión, que tampoco se le ocurrirá nada. No! Si ha pasado una semana, vaya y dígale a la persona aquello que le molestó. Al principio se sentirá muy torpe. No importa persevere. Así sea un mes después, dígalo como pueda o como sepa. No tenga miedo de su agresividad. No va a matar a nadie por mostrarla ni tampoco va usted a morir.
Cuando ya sea capaz de hacerlo, pruebe, si la situación lo requiere a introducir una brecha entre el estímulo y la respuesta. Nunca injurie a la persona ni haga descalificaciones. Si siente que eso va a ocurrir, váyase al cine a ver una película de humor y diga lo que sea al día siguiente. Intente ser creativo o creativa. Sino puede, simplemente DIGALO.
¿POR QUÉ ES BUENO SACAR LA AGRESIVIDAD? Ya hemos hablado de que al universo le gustan sus iguales. Si usted no puede pelear se está perdiendo el pastel. Usted ve como los políticos se atacan duramente y después terminan pactando. Con una persona en situación de indefensión no puede haber un pacto de iguales.
Recuerdo que me fascinaba la actriz española Imperio Argentina porque se decía que había tenido varios amantes y sin embargo me resultaba una persona muy discreta. Me leí sus memorias. Una de las anécdotas que cuenta es con su primer marido. Ella era muy admirada y tenía muchos seguidores y un día su marido se puso muy celoso y la abofeteó al llegar a la habitación. Ella sin más le lanzó un cenicero de cristal que casi lo mata. Después de este incidente todavía siguieron varios años como pareja.